lunes, 30 de mayo de 2011

Se me olvida olvidarte.

Recuerdo que al llegar ni me miraste, sólo fui una más de cientos y, sin embargo, fueron tuyos los primeros voleteos. Cómo no pude darme cuenta que hay ascensores prohibidos, que hay pecados compartidos, y que tú estabas tan cerca. Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada. Que tus yemas sean legañas enganchadas a mis vértices. No sé que acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos... Se me hunde el dolor en el costado, se me nublan los recodos, tengo sed y estoy tragando, no quiero no estar a tu lado. Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos… Y las palabras se me apartan, me vacían las entrañas. Finjo que no sé, y que no has sabido. Finjo que no me gusta estar contigo… Pero al perderme entre mis dedos te recuerdo sin esfuerzo...

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