sábado, 23 de febrero de 2013

Creencias.

Yo no creo en el amor. Yo no creo en la permanencia, ni en el sentimiento prolongado, ni en las cincuenta primeras citas, ni en las mil primeras veces. Yo no creo en lo eterno, ni en el para siempre, ni en el nunca más, ni en el vaso a medias.  Yo no creo en la unión que hace la fuerza, ni en el número par, ni en las sábanas de 150, ni en el 2x1. Lo cierto es que yo no creo nada que no haya destruido antes.

Pero...

Creo en el verbo cuando él abre el vino y se queda, y en el sentimiento sin que mienta, y en las cincuenta últimas discusiones que son el primer polvo por mil. Creo en su sonrisa que no es eterna pero juega a hacerme, que dure ya es sacarle la lengua a un para siempre. Y ''nunca más'' acaba sonando a mucho más de lo que seas. Creo en la fuerza que hace el amor, y en el día impar que fuimos hasta hoy, y en las sábanas sucias de sus besos y en el dos por el precio de millones. (Porque tú los vales).
                                                              
Lo cierto es que no creo en nada, pero él cree en mí. Y tal vez, ahora sí, sea el amor el que de una puta vez nos crea. Sin destruirnos antes.
                                              




16 y medio.

Mi expresión más firme y más clara del amor es la imagen de quien cuando llora parece que está a punto de desangrarse. LLámame dramática, pero clasifico los ojos por cantidad de tristeza y no por color. Y es que por donde serpentea lo trágico palpita la vida.  Por eso admiro a esa gente que cuando está triste saca un cigarro, una manta y se fuma el corazón en la ventana.  Por eso te admiro cuando me dices "Para, que me vas a matar". Por eso justifico el dolor, porque tiene toda la historia que a veces le falta a una sonrisa. Porque tiene todo el magnetismo que siempre le falta a lo que otros llaman amor. Por eso te quiero a ti, siempre tan cubierto de pasado. Tan ahogado en pesadillas con mi nombre.

Duerme envuelto en historias con final amargo, pero duerme y sueña. Que al fin y al cabo... los que te tíldan de inadaptado nunca sabrán en que consiste un sueño, nunca tuvieron nada y nunca aspiraron a más. Nunca entenderán ...Que un tótem hace más ruído al caer que una simple hormiga, que los gritos a veces son poesía y que yo te creo así... Con tu cara de cachorro desdibujando a la mía, con tu trazo imperfecto en la vida. Con tu voz afirmando sobre mi oído que los valientes son los que lloran, mientras me limpias restos de tonterías con tus mejillas