sábado, 23 de febrero de 2013

Creencias.

Yo no creo en el amor. Yo no creo en la permanencia, ni en el sentimiento prolongado, ni en las cincuenta primeras citas, ni en las mil primeras veces. Yo no creo en lo eterno, ni en el para siempre, ni en el nunca más, ni en el vaso a medias.  Yo no creo en la unión que hace la fuerza, ni en el número par, ni en las sábanas de 150, ni en el 2x1. Lo cierto es que yo no creo nada que no haya destruido antes.

Pero...

Creo en el verbo cuando él abre el vino y se queda, y en el sentimiento sin que mienta, y en las cincuenta últimas discusiones que son el primer polvo por mil. Creo en su sonrisa que no es eterna pero juega a hacerme, que dure ya es sacarle la lengua a un para siempre. Y ''nunca más'' acaba sonando a mucho más de lo que seas. Creo en la fuerza que hace el amor, y en el día impar que fuimos hasta hoy, y en las sábanas sucias de sus besos y en el dos por el precio de millones. (Porque tú los vales).
                                                              
Lo cierto es que no creo en nada, pero él cree en mí. Y tal vez, ahora sí, sea el amor el que de una puta vez nos crea. Sin destruirnos antes.
                                              




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