miércoles, 1 de febrero de 2012

Febrero.

- Estoy cansada- pensé mientras me miraba en el espejo.

Mientras me peinaba el último mechón. Recuerdo cómo deslizaba mis dedos a través de mis mejillas, alzando los ojos al techo.



Suponía que no volvería a pensarlo, pero me pesan un poco las ideas. La gente que me roza al pasar, sus voces. La mañana y la tarde. Estoy cansada de escuchar cómo se derraman las ilusiones. Estoy cansada de soñar. Pues incluso el sueño tiene un final. Estoy cansada de permanecer en la misma etapa. Dentro de la incansable sensación de haber estado durante años en off. Estoy cansada del amor. De pensar en ello, de frustrarme. Estoy cansada de sentir y de que sientan por mí. Estoy cansada porque me da demasiada rabia saber que en el fondo me cuesta reconocerlo. Es querer y no querer a la vez. Alejarme de lo que soy y acercarme al vicio. A la adicción. A la necesidad. Estoy cansada de mi naturaleza, de los aciertos, de escapar en una misma dirección.

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