domingo, 27 de noviembre de 2011

Mar.

A veces permanecemos anclados en un mismo mar, sin saber por qué. No quieres salir del puerto y te paseas como un fantasma entre la gente. Crees que lo que más deseas es alejarte, pero no es cierto. Necesitas que te abracen, que te quiten la humedad que llevas encima.

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