martes, 22 de noviembre de 2011

Vivir soñando.

En realidad es todo una idealización de algo imperfecto. Vivir anhelando. Lo importante es el camino, no el fin. Vivimos con la idea constante de que el objetivo nos hará felices. Con la sensación de que lo que ahora vivimos es solo un trayecto temporal hacia algo mucho mejor. Creo que Lennon tenía mucha razón cuando dijo "La vida es aquello que te pasa mientras tú estás ocupado haciendo otros planes". La importancia del momento. Ni pasado ni futuro, el presente como un todo y no como un puente transitorio. En la práctica, la felicidad es algo muy sencillo, tan solo un compuesto químico que vive en nosotros. Sé con certeza que tenemos el poder de restarles importancia a los demonios que amargan, destrozan y consumen nuestra existencia y despertar nuestro paraíso interior. Está todo en nuestras manos. Esperamos a que pasen cosas extraordinarias a nuestro alrededor que nos aporten bienestar, si éstas nos fallan nos venimos abajo. Y creo que la realidad es demasiado inestable e incorrecta para depositar en ella el dominio de nuestra felicidad. Así que qué sé yo. "Que toda la vida es sueño..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario